Guía de medicina natural – Carlos Kosel


Guía de medicina natural – Carlos Kosel
Por todo cuanto queda expuesto hasta aquí, podrá el amable lector
comprender y apreciar debidamente el maravilloso y sorprendente
trabajo productivo de la hoja verde, según ya ce demostró en el capítulo
II. Todo son maravillas para nuestros ojos humanos.
Las hojas verdes san medios dirigidos por la mano de Dios, que
mantienen en orden el metabolismo, desintoxican la sangre y los tejidas
del cuerpo humano, expulsan las sustancias extrañas y morbosas, y
purifican y reconstruyen todo el organismo.
Para que el lector pueda tener una idea exacta del "por qué" del
valor curativo de las plantas, citamos a continuación algunas de ellas,
indicando su contenido en sustancias y el efecto que tienen sobre trastornos
y enfermedades del cuerpo humano. Al mismo tiempo, explicamos
para qué fin utiliza nuestro cuerpo las diversas sustancias contenidas
en las plantas medicinales. De esta manera proporcionamos a
nuestros lectores una llave, con la cual pueden abrir la misteriosa arca
de la Naturaleza, el incalculable tesoro de la "salud"
Nuestras explicaciones inducirán al lector a pensar más profundamente
sobre este importante asunto, le infundirán confianza y le harán
comprensible el hecho de que una planta medicinal cure una determinada
enfermedad y otra planta cure otra. Veamos las principales sustancias
que el cuerpo humano necesita tener para no enfermar.
El hombre esta íntimamente ligado a la tierra curativa (minerales) y a las plantas
medicinales, ya que el mismo es un pedazo de tierra, pues de barro fue creado. La
carencia de algunas de las sustancias que forman parte activa en su desarrollo y
mantenimiento, acarrean numerosas enfermedades que solo se pueden curar
asimilando nuevamente las sales perdidas. Solo las plantas curativas, que tienen
en estrecho contacto con la tierra, proporcionan sustancias minerales e integradoras
indispensables para el perfecto funcionamiento del organismo.
Fuente: Guía de medicina natural – Carlos Kosel

La acelga es una planta sobradamente conocida por todos


Acelga (Beta vulgaris)
La acelga es una planta sobradamente conocida por todos.
Sus hojas son muy grandes, carnosas y constituyen la parte comestible de la planta.
Son de color verde oscuro y presentan betas blancas por toda la hoja.
Los tallos son erguidos, pero cuando se llenan de semillas suelen doblarse por los extremos.
La raíz es muy derecha, bastante carnosa y de forma cilíndrica.
Se cría en las huertas de todo el país, pues se utiliza abundantemente en la alimentación.
Su origen proviene de una planta de la misma especie, la denominada acelga marina, que nace espontáneamente en las marismas.
Su aspecto y propiedades mejoraron al criarse y cuidarse en huertas.
Son oriundas de Asia.
Sus flores son bastante pequeñas y de diferentes colores, verdosas o rojizas.
El fruto se adhiere al cáliz y llega a hacerse leñoso.
Las semillas son muy abundantes y se encuentran en el extremo de los tallos.
La parte recolectada son las hojas y en algunas ocasiones también las raíces.
Desde que se empezó a cultivar su principal uso es el alimenticio, y así se encuentra en todas las mesas de nuestro país.
Aunque no es excesivamente sabrosa, existen infinidad de platos que la combinan con los alimentos más variados, haciendo de ella algo indispensable.
Se utiliza mucho en los regímenes de adelgazamiento, ya que no engorda nada, sirve para "engañar al vientre" y al ser algo diurética hace que se pierdan los líquidos sobrantes por medio de la orina.
Es muy difícil que alguien se indigeste tomando acelgas, pues es una comida ligera que suele sentar bastante bien al estómago.
Antiguamente se utilizaban como remedio casero en numerosas dolencias: para sanar heridas, curar la sarna, aliviar quemaduras, en dolencias del hígado y bazo.
Actualmente su único empleo es como alimento, aunque también se utilizan para relajar el vientre en algunas ocasiones; pero lo más normal es que se la sustituya por otras plantas más eficaces que ella para estos menesteres.
.- Cocinadas. Se pueden realizar todo tipo de platos con esta planta; normalmente se toman hervidas y aliñadas con aceite o rehogadas, con patatas o sin ellas.
.- Zumo. Se prepara un zumo con las hojas de la acelga y se echa gota a gota por la nariz.
Antiguamente utilizaban este preparado para curar dolores de cabeza y de oído.
.- Cocimiento. Se pone 1 litro de agua a hervir y se añaden de 40 a 50 gr. de hojas y raíces.
Lavándose la cabeza con este preparado se consiguen eliminar caspa y liendres.
Hepatoprotector. Diurético. Colerético
Fuente: Enciclopedia de Plantas Medicinales
Fichas de Plantas Medicinales

Acedera


Acedera (Rumex acetosa)
La acedera es una planta vivaz de la familia de las poligonáceas, con una cepa tuberosa de la que arrancan numerosas raíces finas.
No suele alcanzar más de 1 metro de altura.
Las hojas inferiores están sostenidas por un largo rabillo que se va acortando en las hojas superiores, hasta casi desaparecer por completo.
Son hojas carnosas y de bordes enteros.
Es una planta con flores masculinas y femeninas.
Se cría en prados y lugares con mucha hierba, a orilla de ríos, acequias, etc., en todo el norte de la península y por todas las montañas del resto del país, aunque a medida que avanzamos hacia el sur se va haciendo más escasa su presencia.
La acedera florece en primavera y verano.
De la recolección interesan principalmente las hojas y la raíz; ésta se puede recoger durante la floración.
Posteriormente, se deseca al sol y se conserva, tal cual o reducida a polvo con un mortero.
Si las hojas se destinan al consumo humano entonces deben recogerse durante la época de vegetación, en pleno verano.
La planta contiene principalmente oxalatos, sobre todo oxalato potásico, que es el que comunica a las hojas y los tallos su característico sabor.
También tiene antraquinonas, taninos, quercitina, sales de hierro y vitamina C.
A la acedera se la considera sobre todo aperitiva y diurética, de ahí que antes se la tomara como planta purificadora de la sangre, aludiendo a su acción estimulante sobre el aparato urinario.
Además tiene cierta acción laxante.
Desde antiguo ha sido bastante apreciada como antiescorbútico, por su alto contenido en vitamina C.
Otras acciones a tener en cuenta son: antianémica, remineralizante, mucolítica, descongestionante de la piel y estimulante de las defensas orgánicas.
Cuando se destina a la alimentación humana sobre todo aquellas variedades cultivadas como hortalizas- se deben hervir las hojas como si fueran espinacas, siendo muy importante tirar el agua utilizada, ya que es en ella donde se encuentran los oxalatos.
Esta agua sobrante se denomina "sal de acederas" y se suele usar para quitar manchas de tinta, nunca para consumo humano -sobre todo en aquellas personas con problemas de formación de cálculos renales, pues el ácido oxálico favorece esta formación.
.- Polvo de raíz desecada. 1 g. de raíz de acedera, bien encapsulado, bien en cualquier otra forma sólida.
Se toma una vez al día, por la noche antes de acostarse o por la mañana al despertar.
.- Vino de acedera. Se vierten en un litro de vino de buena calidad 15 g. de raíz de polvo; se deja en maceración durante siete días y después se filtra el líquido con el papel adecuado.
Se toma un vasito pequeño en las dos principales comidas.
.- Infusión. La dosis a utilizar es de una cucharadita de postre por cada taza de agua hirviendo.
Se pueden tomar hasta dos tazas al día.
Diurético. Laxante. Descongestionante
Fuente: Enciclopedia de Plantas Medicinales
Fichas de Plantas Medicinales

Las plantas contienen importantes sales


Guía de medicina Natural – Carlos Kozel
"Las plantas contienen importantes sales minerales y sustancias
integradoras (0ligoelementos), especial mente componentes etéreos.
Nuestra alimentación actual carece de estas sustancias (a veces fallan
por completo), que son absolutamente necesarias para mantener sano
nuestro organismo. Se trata aquí de importantísimas sustancias vivificantes
que reconstruyen. Mas las plantas tienen también la propiedad de
limpiar el cuerpo, destruir las impurezas y los ácidos. De manera parecida
a las plantas obran también las tierras apropiadas. Por su contenido
Los brazos y el tronco necesitan para su correcto funcionamiento sustancias
naturales. contenidas especialmente en las plantas medicinales que aquí
reproducimos de silicatos (sustancias silicíferas), sideróxido, aluminóxido,
etc., tienen un efecto reconstructor y purificante. Las propiedades antibactericas y
antisépticas de la tierra son conocidas en general. Ellas absorben las
sustancias fermentadas y evitan la acumulación de venenosas putrefacciones
en el estomago y canal intestinal. Un número de nuestros dirigentes
médicos reformadores (reformadores de la vida), saben resaltar esto
cada vez más y con razón. Según el profesor Vogel y el Dr. Kunze,
ofrece la tierra apropiada una posibilidad de enriquecer el cuerpo de
bases.
Todo fue arreglado sabiamente por el Creador para el bienestar de
los hombres. Tanto las sustancias ha depositado en las plantas, que en ellas
se encuentran incluso las vitaminas y las hormonas cuya presencia en el
cuerpo humano es de vital necesidad.
Sin vitaminas y sin hormonas no hay salud ni vida. Solamente la
hoja verde del reino vegetal (del que forman parte importantísima las
plantas curativas), puede realizar este maravilloso trabajo para el hombre
y el animal con el auxilio de la energía solar.
Por lo que se refiere a las hormonas, las diversas sustancias contenidas
en las plantas medicinales les facilitan el material de producción.
Las glándulas realizan el trabajo de restablecer las hormonas. Las principales
glándulas son ocho. Sin el ingenioso y admirable trabajo productivo
de la hoja verde seria imposible a las diversas glándulas el restablecimiento
constante de las hormonas, tan importantes para el organismo
humano. De la constante secreción de estas hormonas por parte de las
glándulas, depende el buen funcionamiento de todo el proceso vital
interno. Las hormonas desempeñan un papel importantísimo en todos
los procesos internos de la vida humana. Regularizan la función de los
órganos. Actúan como fieles guardianes que vigilan que todo funcione
como es debido, que advierten de la falta de una sustancia o del exceso
de otra. Si ello se produce, intervienen inmediatamente para restablecer
la situación, unas veces acelerando la acción vital, otras veces retrasándola,
según haga fa1ta, para librar del peligro al organismo humano.
Nos acordamos también de las sustancias amargas, del tanino y de
los distintos aceites volátiles contenidos igualmente en determinadas
especies de plantas. También estas sustancias son de gran importancia
para mantener sano el cuerpo humano y para la curación de ciertas
enfermedades..
Fuente: Guía de medicina natural
Autor: Carlos Kozel

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