¿Por qué es importante la alimentación para las personas que viven con Vih o Sida?


¿Por qué es importante la alimentación para las personas que
viven con Vih o Sida?
La buena nutrición ayuda a las personas con Vih a mantenerse
sanas. Las personas con Vih que están bien nutridas se defienden
mejor de las infecciones y tienen menos probabilidad de
desarrollar enfermedades relacionadas con el virus.
La alimentación es importante debido a que tienen aumentadas
las necesidades de energía y de algunos nutrientes como
proteínas, vitaminas y minerales; la presencia del virus ocasiona
alteraciones, como:
El sistema de defensas trabaja más intensamente para luchar
contra la infección, lo cual incrementa las necesidades de
energía, vitaminas y minerales.
La infección y la fiebre asociada, incrementan la demanda de
alimentos y de líquidos especialmente de agua.
Los medicamentos pueden reducir el apetito, alterar el sabor
de los alimentos e impedir la absorción de nutrientes como el
hierro, calcio, vitaminas y minerales.
Las inflamaciones en la boca disminuyen el apetito y por
consiguiente la ingesta de alimentos.
Las náuseas y los vómitos dificultan tomar alimentos.
La diarrea y el vómito aumentan la demanda de líquidos y
minerales perdidos.
NUTRINOTA:
Una alimentación balanceada se obtiene consumiendo diariamente
alimentos de todos los siete grupos en las cantidades indicadas.
Para variar la alimentación, puede cambiar alimentos por otras
opciones del mismo grupo. Por ejemplo reemplace la carne o el pollo
por el huevo, y la papa por el plátano o el arroz.
El costo de la alimentación puede disminuir cambiando los alimentos
más costosos de un grupo por otros más baratos del mismo grupo.
La combinación de algunos alimentos brinda un buen aporte nutricional.
Mezcle en el plato las leguminosas como el fríjol con un cereal como el
arroz y así obtiene una combinación muy nutritiva, similar a la carne.
Fuente: Copyright: Manual de Alimentación y Nutrición para Niñas, Niños,
Adolescentes y Gestantes que viven con Vih o con Sida.
UNICEF – PMA 2009.
Paul Martin
Representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
Praveen Agrawal
Representante del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA)
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA)

Aloe Vera, Sabila La planta que cura- Edad Media y Renacimiento


Edad Media y Renacimiento
En la célebre obra de medicina de la escuela de Salerno,
Constantino el Africano y sus discípulos reconocen un
puesto de honor a las virtudes terapéuticas del áloe. Robert
Dehin, en su libro Docteur Aloès (ver bibliografía), refiere
estos famosos versos dedicados a la planta fetiche :
Seca una herida, aviva la carne
Del prepucio enfermo destruye el cáncer.
Purga el enojo de los ojos, la cabeza despejada
La oreja obliterada y la lengua cargada.
De un débil estómago reanima el vigor,
Frena la caída y la languidez del cabello.
Fue durante las Cruzadas cuando los guerreros cristianos de
Occidente descubrieron las virtudes del áloe, que sus
adversarios musulmanes consideraban como el remedio por
excelencia. A lo largo de sus conquistas, los árabes aclimataron
el áloe en Andalucía. Gracias a la pulpa del áloe los marinos
españoles de la Santa María, diezmados por la enfermedad y la
malnutrición, fueron salvados parcialmente, y aquello incitó a
Cristóbal Colón a llamarlo el “doctor en maceta”. A partir de
entonces los españoles transportaron siempre áloe a bordo de
sus navíos.
Paracelso, el gran médico del Renacimiento, descubrió los
méritos del áloe en Salerno, luego en España y en Portugal. En
una carta dirigida a Amberg, habla en palabras veladas del
“misterioso y secreto aloe cuyo jugo de oro cura las
quemaduras y los envenenamientos de la sangre”. Pero fueron
en especial los padres jesuitas portugueses y españoles quienes,
siguiendo los pasos de los primeros exploradores, cultivaron el
áloe en todas las colonias de América, de Africa y de Extremo
Oriente, planta de la cual conocían las propiedades curativas.
Los Indios convertidos lo llamaban “el árbol de Jesús”.
Aloe vera la planta que cura
Seca una herida, aviva la carne
Del prepucio enfermo destruye el cáncer.
Purga el enojo de los ojos, la cabeza despejada
La oreja obliterada y la lengua cargada.
De un débil estómago reanima el vigor,
Frena la caída y la languidez del cabello.
Fuente: Marc Schweizer
Aloe Vera
La planta que cura
Tradución Anna-Maria Ascolies

Como disfrutar de tu trabajo - Cada tanto


Como disfrutar de tu trabajo
- Cada tanto, puedes hacer un día de frutas o jugos de verduras y frutas para
desintoxicarte.
- Además de la asimilación de lo que comes, es muy importante la eliminación.
Remedia problemas de estreñimiento o diarrea.
- Reemplaza el azúcar blanco por azúcar negra o miel (no calentada) o algún
edulcorante natural, que son alimentos vivos. Existe una planta que tiene un alto
poder endulzante (e incluso es buena para la diabetes): la hierba dulce o Stevia
Rebaudiana Bertoni. Averigua en tu herboristería o dietética.
- Evita o restringe el alcohol, el tabaco, las frituras, los embutidos, el azúcar en
todas sus formas (está en prácticamente todos los alimentos: lee las etiquetas), los
chocolates, el café, el té y el mate en grandes cantidades, las grasas animales, las
bebidas gaseosas (especialmente las colas), las conservas y los alimentos
industrializados.
- Privilegia: sin azúcar, sin sal, sin grasa, sin colesterol, sin agregados químicos, sin
conservantes, sin cafeína, con menos calorías (lo que no quiere decir que las comas
desproporcionadamente: 10 galletitas de 20 calorías cada una es peor que 3 de 40).
- Para sazonar, emplea: sal marina (si tienes hipertensión, sal de bajo contenido de
sodio en poca cantidad), salsa de soja, miso, limón, hierbas aromáticas
(acostúmbrate a usar la enorme variedad que existen, las cuales, además de sabor,
tienen propiedades medicinales), ajo, cebollas, perejil, pimienta de cayena, jengibre
fresco o en polvo, algas, palta, aceites de primera presión en frío.
- Para la cocción de los alimentos, no uses utensilios de aluminio. Lo mejor es cocer
al vapor (si hierves, hazlo en poco agua y luego utilízala para preparar otras
comidas) y rehogado, estofado o al horno con un mínimo de aceite.
- Comer en un ambiente estresante hace que lo hagas en exceso o que te traiga
inconvenientes digestivos. Trata de tomarte el tiempo necesario y disfrutar de la
comida.
- Haz un pequeño ritual antes de comer (unos segundos en silencio bastan):
agradece los alimentos y a los que hicieron posible que los tengas en tu mesa y
(particularmente cuando tienes problemas de salud) indícales lo que pretendes de
ellos y dale permiso a tu cuerpo para sanarse. Haz esto también cuando tomas
remedios o recibes quimioterapia, radiación, energía, etc. Si lo puedes hacer en voz
alta, mejor. Te sorprenderán los resultados.
Fuente: Cómo disfrutar de tu trabajo
Autor: Laura Foletto

El poder curativo del limón


Guía de medicina natural –Carlos Kozel
Curas con el limón
El repertorio de enfermedades y trastornos en los cuales tiene el
limón probada eficacia es muy extenso, por lo que sólo es posible
ofrecer un breve resumen del mismo:
Dolores de estómago e intestinos, trastornos digestivos, acidez de
estómago, gases, trastornos del metabolismo, abscesos, obesidad, dolores
de cabeza, enfermedades de los ritones, de la vejiga, cálculos renales,
enfermedades del hígado y de las vías biliares, cálculos biliares, uretritis,
trastornos de la micción, hemorragias de cualquier clase, enfermedades
del sistema linfático, enfermedades del corazón y del sistema circulatorio,
enfermedades de los pulmones, tuberculosis, bronquitis, catarros,
tos, gripe, reuma, artritismo, gota, arteriosclerosis, fiebres de todas clases,
hinchazones, Úlceras, granos, pleuresía, inflamación del bajo vientre,
envenenamiento de la sangre, herpes, sarna, difteria, lombrices (para
combatir éstas, se mezcla el zumo de limón con un poco de zumo de
ajo), cualquier clase de inflamaciones, escarlatina, sarampión, viruelas,
escorbuto, epilepsia, hidropesía, tifus, beri-beri, insomnio, inapetencia,
nerviosidad, melancolía, hipocondría, pólipo (primeramente se hace
una cura, bebiendo el zumo, y al mismo tiempo absorbiéndolo por la
nariz, mediante la aspiración), caspa y caída del cabello (frotando fuertemente
el cuero cabelludo con zumo de limón, mezclado con zumo de
cebolla), enfermedades de la matriz, hemorroides, diabetes, paludismo,
malaria, apendicitis (tratando a tiempo), diarrea, disentería, estreñimiento,
etc. El limón contrarresta la caída del estómago, sirve para
curar heridas de cualquier clase, aplicándolo interior y exteriormente, es
el mejor sustitutivo del yodo y no presenta ninguno de los inconvenientes
de éste. El limón ayuda también en el tratamiento de las mordeduras
de animales venenosos; tomando el zumo de 30 a 45 limones, se
pueden contrarrestar los efectos de las picaduras de arañas venenosas y
de víboras. Pero esta cura debe hacerse sin demora; también hay que
hacer baños de vapor y probar todo lo que sea posible para expulsar los
venenos. A nadie se le oculta la enorme peligrosidad de algunas mordeduras
de alimañas, reptiles e insectos, debido al terrible poder del veneno
que inoculan a la víctima; por eso no podemos responder de la
eficacia en todos 105 casos del remedio que más arriba brindamos y que
hemos reseñado a título informativo y sin responsabilidad por nuestra
parte.
Ante este enorme campo de aplicación, cabe preguntar: ¿De dónde
le viene al limón su gran poder curativo que le da fama de medio
curativo universal?
El asunto está claro, y va siéndolo mas a medida que avanzarnos en
nuestras explicaciones. Como la mayoría de las enfermedades son la
causa de una manera de vivir equivocada, es decir, por el empleo de
comidas que contienen mucho ácido y otras cosas perjudiciales, es precisamente
el limón, por ser la fruta más rica en bases, el mejor medio
para combatir y remediar los trastornos y enfermedades causadas por
los ácidos venenosos y demás sustancias extrañas y morbosas.
El lim6n tiene otra maravillosa aplicación. Una cura completa de
limón no solamente es capaz de combatir la sensualidad viciosa y la
inmoralidad, sino que constituye un eficaz medio para luchar con dos
perniciosos vicios que suelen ir emparejados con aquéllas: el alcoholismo
y el vicio de fumar.
Fuente: Guia de medicina natural
Autor: Carlos Kozel

Aloe Vera La planta que cura Oriente y África


Aloe Vera
La planta que cura
Oriente y África
Los beduínos de la península arábiga y los guerreros tuaregs
del Sahara conocen las virtudes del áloe, que llaman “Lirio del
Desierto”, desde la más remota antigüedad. Para proteger sus
moradas, los habitantes de Mesopotamia adornaban sus puertas
con hojas de áloe. En caso de epidemia o de escasez, los parsis
y los escitas tenían la costumbre de alimentarse con pulpa de
áloe. Como acabamos de ver, la isla de Socotra, en el océano
Índico, fue reconocida por sus plantaciones de áloe medicinal
desde el siglo V a. J.C. Sus habitantes exportaban los extractos
de esta planta (musabbar) hasta China (alo-hei), pasando por la
India, Malasia y el Tibet.
La iniciación a las virtudes medicinales y a los poderes del
cáñamo y del áloe formaba parte de la enseñanza de la secta
ismaelita, de la cual uno de los primeros y más ilustres
representantes fue el médico y filósofo Avicena, en el que se
inspiró Hassan ibn al-Sabbah, el famoso “Viejo de la
Montaña”, jefe de la cofradía de los Asesinos. Esta doctrina
incluía el aprendizaje progresivo de los arcanos de los “siete
sebayah” o “conocimiento del camino recto”, por medio de la
cual los ismaelitas otorgaban poderes mágicos a sus adeptos. El
áloe, que figura junto al cáñamo entre las plantas cultivadas
alrededor de la fortaleza de Alamut (norte de Persia), era
considerado por los ismaelitas como vulnerario*, antídoto y
elixir* de larga vida al mismo tiempo. Se dice que uno de los
secretos de la longevidad de los Templarios residía en el
famoso elixir de Jerusalén, elaborado con hachís, pulpa de áloe
y vino de palma.
Ocho siglos más tarde, Dominique Larrey, cirujano jefe de
los ejércitos de Napoleón, iniciado por un marabuto al que veía
curar milagrosamente las heridas más terribles infligidas a sus
mamelucos, aprendió a curar a los veteranos de la “Grande
Armée” gracias a la pulpa de las hojas de áloe abiertas a
sablazos. De ahí la expresión militar francesa: “sabrer
l'aloès”(4) (Archives du Val-de-Grâce).
La medicina basada en la Ayurveda (5) de la India siempre
tuvo en mucha estima al áloe, en tanto que parte integrante de
la farmacopea hindú. Al ser considerado como planta sagrada,
participaba en los rituales de sacrificios, y algunas de sus
especies eran rigurosamente protegidas. Actualmente aún se
ponen encima de las hogueras funerarias hojas de áloe, símbolo
de renacimiento y de eternidad.
Fuente: Marc Schweizer
Aloe Vera
La planta que cura
Tradución Anna-Maria Ascolies

ZANAHORIA

  ZANAHORIA • Nombre Científico: Daucus carota  • Descripción: La zanahoria silvestre, de la que proceden los diversos tipos cultivados, se ...