MONOGRAFÍAS DE PLANTAS MEDICINALES



MONOGRAFÍAS DE PLANTAS MEDICINALES
AGUACATE
• Nombre científico: Persea americana
• Descripción:
El Persea americana, conocido popularmente como aguacate, aguacate oloroso, aguacate zihene o aguacatillo, es un árbol grande o de tamaño mediano, frecuentemente de 20 m de alto, con una copa muy densa en donde se encuentra un fruto que tiene forma ovalada o esférica (2,4).
Originaria del Caribe, Guatemala y México, así como en otras regiones tropicales de América y subtropicales del mundo. Crece en altitudes de 100 a 2600 m.s.n.m. Cultivada en huertos familiares o bosques caduciformes, bosques de encino, bosques de pino encino, bosques templado húmedo o mesófilo, selva alta perennifolia sin perturbar, valle, o zonas perturbadas por actividades humanas (3,4).
• Composición química:
El estudio químico del aguacate ha estado dirigido fundamentalmente hacia el fruto, en vista de su valor alimentario. La pulpa es rica en ácidos grasos tales como: oleico, linoléico, palmítico, esteárico, linolénico, cáprico y mirístico, que forman el 80% del contenido graso de fruto. Otros productos presentes en el fruto son el escualeno y un grupo numeroso de hidrocarburos alifáticos saturados y un poliol no saturado, así como otros alcoholes alifáticos y terpénicos. Respecto a los aminoácidos existentes en la pulpa, se tienen: el ácido aspártico y el glutámico, acompañados de leucina, valina, y lisina, además de cantidades considerables de GABA. Dentro de las vitaminas que se encuentran en los extractos están: vitamina A, niacina, tiamina, riboflavina, ácido ascórbico. Se ha demostrado en el fruto la existencia del ácido gammaminobutírico en cantidades importantes, así como un contenido considerable de glucósidos. El aceite extraído de la pulpa está compuesto principalmente de glicéridos, de ácido oléico y un 10% de compuestos insaponificables como esteroles: beta-sitosterol, estigmasterol, camprestrol, delta-5-avenasterol; y ácidos volátiles. El contenido de vitamina D del aceite excede al de la mantequilla o de los huevos. Por último, contenido de sales minerales: fósforo e hierro (1,2,4).
Las semillas contienen una amplia variedad de componentes, incluidos ácidos grasos, alcoholes y un número de compuestos insaturados con un sabor muy amargo. La protocianidina, la carnitina y un alto contenido de carotenoides en la semilla. El aceite de la semilla es abundante en tocoferol. (2,4).
Las hojas de este árbol contienen primordialmente un aceite esencial amarillo-verdoso compuesto de estragol, (+)-pireno, cineol, anetol, transanetol, alcanfor y trazas de ácido enántico, gammametilionona, betapineno y limoneno. Los extractos acuosos basándose en hojas de aguacate, además de su alto contenido en aceite esencial, poseen dopamina y serotonina, flavonoides derivados del quercetol, perseita, persiteol, y un principio amargo llamado abacatina (4).
Usos etnomédicos:
El aguacate ha sido objeto de un intenso y variado uso en el pasado, no sólo como alimento sino con propósitos medicinales. La pulpa se ha usado como pomada para estimular el crecimiento del cabello y acelerar el sanado de las heridas. La fruta también ha sido utilizada como afrodisíaco y emanagogo. Los indios americanos han utilizado la semilla para el tratamiento de la disentería y la diarrea. Hoy en día la fruta es consumida alrededor del mundo y el aceite es un componente de numerosas formulaciones cosméticas (2).
En México, se emplean las hojas, la cáscara del fruto y la semilla. El aceite extraído de la semilla por compresión se usa desde hace siglos para el tratamiento del cabello reseco y otros males del cuero cabello; también como ungüento para aliviar el dolor y suavizar la piel de zonas lastimadas. La cáscara del fruto, seca y molida, se usa como antidisentérico, al igual que la infusión con base en sus hojas empleadas para lavar padecimientos infecciosos e inflamatorios de la piel. La misma infusión se utiliza en el tratamiento de diversas diarreas infecciosas y en caso de indigestión. Por último, y según la medicina tradicional mexicana, la infusión de cáscara de aguacate sería beneficiosa en el tratamiento de parasitosis intestinales (4).
Información bibliográfica reciente sobre estudios fitoquímicos y farmacológicos del aguacate demuestra la presencia de compuestos con actividad antimicrobiana en la cáscara del fruto y en la semilla. Estas investigaciones fundamentan el amplio uso que la población hace de este vegetal para combatir diversos padecimientos infecciosos, principalmente del aparato digestivo y de la piel. Sin embargo, es necesario, conocer con mayor exactitud la utilidad de tales productos en la clínica (4).
• Farmacología
Algunos extractos de las semillas del aguacate poseen actividad antimicrobiana sobre E. coli, Mycrococcus pyogenes, Sarcina lutea y Staphylococcus aureus. Por otra parte los compuestos alifáticos de cadena larga, aislados de la cáscara del fruto como el 1,2,4, trihidroxi-n-hepadeca-16-eno, han demostrado actividad bactericida sobre microorganismos gram positivos como Bacillus subtilis, Bacillus cereus, Salmonella typhi, Shigella dysenteriae y Staphylococcus aureus (4).
Se ha reportado la actividad anticancerosa de extractos de hojas y de tallos frescos de aguacate en animales con tumores transplantables de adenocarcinoma 755 y las propiedades citotóxicas, in vitro, de algunos de los compuestos químicos aislados del fruto (4).
El aceite de aguacate ha sido usado ampliamente por su habilidad de sanar la piel. Su uso está basado en el gran contenido de hidrocarburos de la pulpa y el aceite, los cuales pueden ser muy beneficiosos para la piel seca (2).
El aguacate se incluye frecuentemente en dietas y reciente evidencia sugiere que son muy efectivos en la modificación de los perfiles lipídicos. En recientes estudios, mujeres se sometieron a una dieta alta en ácidos grasos monosaturados encontrados en el aguacate o en dietas altas en complejos de carbohidratos. Después de tres semanas, la dieta de aguacate resultó en una reducción significativa del nivel total de colesterol (8,2%); un descenso no significativo (4,9%) ocurrió en comparación con la dieta. Lipoproteínas de baja densidad y niveles de apolipoproteína B disminuyeron significativamente solo en el grupo de aguacate.
Los autores concluyen que una dieta con suplementos de aguacate, rica en ácidos grasos monoinsaturados puede beneficiar los niveles séricos de lípidos (2).
En resumen, el fruto se usa en cosmética por sus propiedades emolientes, la fracción insaponificable tiene un efecto regenerador del tejido conectivo, las hojas se emplean como antiinflamatorio, antidiarreico, astringente (cicatrizante), antiséptico y vermífugo. La corteza de los frutos (pericarpio), como antidiarreico (1).
• Dosis:
Como un ingrediente activo o inactivo en varias preparaciones (ungüentos, baños de aceite), insaponificable, uso interno, 10 mg por día.
Aceite de aguacate al 10%: uso tópico, en cremas, geles o lociones (1).
• Contraindicaciones
Tratamiento con anticoagulantes tipo warfarina: la toma de aguacate como alimento o como medicamento puede reducir su efecto (1).
No obstante, no se han reportado riesgos en la salud o efectos colaterales paralelos a la administración de dosis terapéuticas (3).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Colegio Oficial de Farmacéuticos de Bizkaina. Asociación Española de Médicos Naturistas. Fitoterapia, Vademécum de Prescripción: Plantas Medicinales. 1998. Barcelona, España. Versión CD-ROOM .Wfitos 1.0
2. The Lawrence Review of Natural Products.199-1995. Facts and Comparisons. Missouri, U.S.A.
3. PDR for Herbal Medicines. 2000. 2 edición. Editorial Medicor Economics Comp. USA
4. Gupta M. 270 Plantas medicinales iberoamericanas. Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el desarrollo CYTED. 1995. Editorial
Fuente: PLANTAS MEDICINALES
VOLUMEN II
Elaborado por:
Dra. Victoria Hall Ramírez
Dra. Milania Rocha Palma
Dra. Ericka Rodríaguez Vega
Farmacéuticas CIMED

CAFÉ, ANTIOXIDANTES Y PROTECCIÓN A LA SALUD



CAFÉ, ANTIOXIDANTES Y PROTECCIÓN A LA SALUD
Ahora bien, aunque el café es una bebida de amplio consumo universal y su popularidad
aún está en crecimiento, la literatura es controvertida en cuanto a sus efectos dañinos o beneficiosos, no solo por la adicción a la cafeína presente en el café y la estimulación al sistema nervioso central que provoca, sino incluso por su relación “per se” (al margen de su asociación al hábito de fumar) con enfermedades como el cáncer y la aterosclerosis, por cuyos compuestos antioxidantes fenólicos debería esperarse un efecto protector.
En esta revisión se pretende analizar y actualizar esa aparente paradoja.
Compuestos fenólicos del café
El café, como el té y el vino, contiene importantes antioxidantes fenólicos, tales como los ácidos clorogénico y cafeico, en algunos aspectos similares a las epicatequinas y taninos del té o las quercetinas del vino tinto, pero con diferentes estructuras químicas y, por tanto, distintas funciones metabólicas.
Los compuestos fenólicos poseen al menos un anillo aromático con 1 ó más grupos hidroxilos; entre ellos, los fenilpropanoides presentan la estructura básica de los fenoles más una cadena tricarbonada como grupo lateral. Los más comunes son los ácidos fenílico, cumárico, cafeico y clorogénico, este último un éster del ácido cafeico y el
ácido quínico.
Los compuestos fenólicos de las plantas tienen como propiedades generales las de ser antioxidantes, ejercer efectos quelantes y modular la actividad de varios sistemas enzimáticos, de modo que actúan mayoritariamente en la dieta como elementos que promueven salud ante factores químicos y físicos estresantes para el organismo.
Algunas bebidas consumidas habitualmente son ricas en compuestos fenólicos;
por ejemplo: el café contiene entre 200-500 mg por taza; el té, entre 150-200 mg
por taza; y el vino tinto, entre 200-800 mg por vaso.
En el café verde existe una gran cantidad y variedad de compuestos fenólicos, ejemplificados por los ácidos clorogénico, cafeico, fenílico y cumárico;  pero al tostarse, se afecta marcadamente su composición en fenoles debido a la reacción de Maillard, lo cual le confiere un agradable sabor y aroma, y se originan pigmentos denominados
melanoidinas, que le dan al café tostado su color característico.
El ácido clorogénico es el mayor componente fenólico del café, pues cada taza
contiene de 15 a 325 mg, con un promedio de 200 mg por taza para el café americano; así, estimándose el consumo diario de personas adictas a él se estima entre 0,5 a 1 gramo.
El conocimiento de la biodisponibilidad y los niveles sanguíneos y tisulares de los compuestos fenólicos reviste importancia en la extrapolación de estudios de líneas celulares a modelos animales y humanos; sin embargo, en este momento hay poca información acerca de la absorción de la mayoría de los compuestos fenólicos
presentes en el café, aunque se sabe que casi todo el ácido cafeico es absorbido
en el intestino delgado y la mayor parte del clorogénico (alrededor de dos tercios) alcanza el colon, donde es hidrolizado por estearasas de la flora endógena.
 Se especula que los productos resultantes podrían ejercer interacciones con las
células de la mucosa del intestino distal, como sucede con otros compuestos fenólicos,
pero en esta área se precisa de futuras investigaciones que aporten nuevas evidencias.
Fuente:CAFÉ, ANTIOXIDANTES Y PROTECCIÓN A LA SALUD
Dr. Alfredo Gutiérrez Maydata 1
Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara “Zerafin Ruiz de Zárate”

ZANAHORIA

  ZANAHORIA • Nombre Científico: Daucus carota  • Descripción: La zanahoria silvestre, de la que proceden los diversos tipos cultivados, se ...