Guía de medicina natural – Carlos Kozel ZANAHORIA (Daricus carota)


Guía de medicina natural – Carlos Kozel
ZANAHORIA (Daricus carota)
¿Quién no conoce los grandes méritos de la zanahoria? Es bien conocida en todo el mundo como excelente alimento, pero, en cambio, ya no son tan conocidas por la mayoría de la gente, sus valiosas propiedades curativas.
El valor bioquímico de la zanahoria es grande. Es extraordinariamente rica en sales minerales y en vitaminas A, B y C.
Crudas, en ensaladas, son siempre preferibles, aunque cocidas, asadas o fritas resultan muy sabrosas en la preparación de diversos platos.
La zanahoria es uno de los vegetales más apropiados para ser tomada cruda y debidamente lavada. La laboriosa masticación a que obliga limpia los dientes y desarrolla los músculos masticadores.
A los niños pequeños y a las personas de mala dentadura o de digestión débil puede dárseles zanahoria rallada con su jugo.
La zanahoria es neutralizante de la acidez de estómago y de la sangre; recomendable en el exceso de ácido Úrico.
También tiene un gran valor trofoterapeutico en las afecciones del hígado, ingerida en todas sus formas, pero especialmente cruda y en ensalada.
El jugo de zanahorias es uno de los mejores tónicos. En toda clase de fiebres e infecciones del aparato digestivo obra maravillosamente,
Cura y entona la vitalidad.
El jugo fresco se obtiene exprimiendo la zanahoria rallada y constituye una de las mejores medicinas para los niños, cuando se nota en ellos pobreza fisiológica. La zanahoria cruda rallada, mezclada con ajo picado o con anís (una cucharadita de la planta de anís por plato), es un buen remedio para los niños que tienen gusanos.
El jugo de zanahoria es también útil en la bronquitis, añadiéndole un poco de miel o zumo de limón.
La zanahoria, además, suaviza la piel, depura y mejora el cutis. Las mujeres tienen en la zanahoria el mejor colaborador de la belleza de su rostro.
Acostumbrad a los niños desde muy pequeños a comer zanahorias crudas en lugar de pan. En esta forma deberían ser presentadas, bien lavadas, sobre la mesa en todas las comidas.
Las generaciones pasadas conocían el gran valor nutritivo y curativo de la zanahoria, gracias al buen instinto que les guiaba en este sentido, y hoy es la ciencia la que pone de relieve el maravilloso poder curativo de este agradable producto de [a huerta. Buscando vitaminas y sales minerales en las diversas verduras, se ha descubierto que la zanahoria ocupa un primerísimo lugar en cuanto a contenido vitamínico.
Se ha comprobado que la zanahoria contiene las vitaminas A, B, B1, y C, así como abundantes sales minerales: calcio, hierro, silicio, potasio, sodio, fosforo y magnesio.
No es por casualidad que este excelente producto de la huerta tenga también, como la cebolla, un gran poder para prevenir el cáncer.
Se sabe incluso de casos en que el cáncer ha sido curado por medios naturistas, gracias sobre todo al empleo de la zanahoria y de la cebolla.
De cuanto queda dicho, se desprende que, comiendo habitualmente zanahorias crudas, junto con otros vegetales crudos (especialmente plantas silvestres), todo preparado de la manera más sencilla y natural, sin sal y sin vinagre, se emprende un camino que conduce a la curación de muchas enfermedades.
La zanahoria, con su abundante contenido vitamínico y sales minerales, se encarga de ello. Todo lo que hace falta para la curación se encuentra en la zanahoria.
Sin pretender agotar la extensa lista de las enfermedades que cura o alivia, destacaremos las siguientes: anemia, ictericia, enfermedades del hígado, enfermedades de los riñones, de la vejiga, de [os pulmones, de la garganta, del estómago, de los intestinos y de la piel.
Fuente: Guía de medicina natural – Carlos Kozel


Semillas que pueden ser venenosas

Semillas que pueden ser venenosas
Algunos vegetales que forman parte de la dieta habitual pueden llegar a ser perjudiciales si se consumen en ciertas circunstancias
·         Por TERESA ROMANILLOS
La mayoría de las personas, cuando oye hablar de plantas tóxicas, piensa en especies silvestres. Pocos saben que también se pueden encontrar en el parque, en el jardín, e incluso, en la mesa. Y es que algunos de los vegetales que forman parte de la dieta habitual, consumidos en ciertas circunstancias, pueden llegar a ser perjudiciales. En casi todos los casos, los síntomas suelen ser leves y las "intoxicaciones" pasan casi desapercibidas. A veces nos "cae mal la comida", sin razón aparente, o se siente un malestar pasajero que puede deberse a la ingesta de determinadas verduras. No son especies poco habituales, sino alimentos como patatas, tomates, manzanas o espinacas, imprescindibles en una dieta equilibrada.
La parte carnosa de las semillas de algunas frutas muy populares, como peras, manzanas, melocotones o albaricoques, contienen un precursor del cianuro, aunque la cantidad es muy pequeña y, consumida en las raciones habituales, no causa trastornos. El cianuro es un potente veneno que "asfixia" la célula, bloquea la cadena respiratoria celular e impide que esta pueda utilizar el oxígeno, elemento imprescindible para su función. Se considera que la ingestión de 50 semillas de manzana o pera, o de la parte carnosa de 30 huesos de melocotón, albaricoque o ciruela, pueden causar la muerte en un adulto. Las almendras amargas también contienen amigdalina que, en contacto con la saliva, se convierte en un precursor del cianuro. De ahí que en los tratados clásicos de criminología se describa que los envenenados con cianuro desprenden un olor característico a almendras amargas. Las almendras dulces, cuando están tiernas, también contienen este principio, aunque en menor cantidad, ya que al madurar pierden este componente.

Evitar las patatas con brotes

Otro principio activo que puede provocar trastornos es la solanina, un alcaloide irritante para la mucosa gastrointestinal y con efectos sobre el sistema nervioso. Si se ingiere, provoca irritación en la boca y la faringe. También se desarrollan náuseas, vómitos y diarreas. Los síntomas neurológicos incluyen apatía, alucinaciones, temblores y parálisis. La mayoría de estos síntomas se resuelven en menos de 24 horas y son raros los casos de intoxicaciones graves.
Esta sustancia es abundante sobre todo en plantas del géneroSolanum, que incluye unas 1.500 especies, algunas de ellas tan populares como las patatas (Solanum tuberosum), los tomates (Solanum lycopersicum) y las berenjenas (Solanum melongera). Los alcaloides tóxicos se acumulan en las zonas no comestibles (partes verdes de la planta). No obstante, son posibles intoxicaciones poco importantes tras la ingesta de patatas con piel, sobre todo si tienen zonas verdes.
Para evitarlo, se aconseja no consumir patatas con brotes o con numerosas zonas enverdecidas, ya que en estos ejemplares la cantidad de solanina aumenta de forma considerable. La exposición a la luz provoca un aumento en la concentración del tóxico, de ahí la costumbre de guardar las patatas resguardadas de la claridad. Una forma de eliminar la solanina consiste en cocer las patatas en agua con vinagre y luego descartar el agua. En el caso de los tomates, el tóxico es más abundante en los ejemplares verdes.

Rechazar el agua de algunas verduras

Otros vegetales también populares, como espinacas y acelgas, contienen pequeñas cantidades de ácido oxálico que, ingerido en elevadas cantidades, provoca trastornos gastrointestinales y alteraciones renales. La concentración de oxalatos puede llegar a ser abundante en el agua de cocción de estas verduras, que conviene rehusar. Las bellotas contienen una cantidad variable de taninos, en mayor proporción en los ejemplares verdes. Los taninos son sustancias muy abundantes, presentes en casi todas las especies. Su toxicidad es escasa, aunque pueden provocar síntomas si se ingieren en cantidad considerable.
La intoxicación por taninos es más frecuente entre los animales. Los ovinos, bovinos y equinos son más sensibles que las aves y los cerdos, que son casi "inmunes" a su acción. Algunas crucíferas, como la col y la coliflor, contienen una cantidad variable de tiocianatos, sustancias que interfieren la función del tiroides. En zonas donde el consumo de estas verduras es muy elevado, son frecuentes los casos de hipotiroidismo. Elsenecio, o hierba cana, puede dar lugar a intoxicaciones crónicas cuando se consumen sus semillas, mezcladas con harina de trigo. El pan horneado con esta harina puede provocar, si se ingiere de forma continuada, falta de apetito, pérdida de peso y problemas hepáticos.
Un apunte sobre uno de los mecanismos de intoxicación más curiosos y poco conocido es el producido, de forma indirecta, tras el consumo de animales que habían ingerido la planta. Este es el caso de la intoxicación por cicuta provocada por la ingesta de perdices o codornices que han comido las semillas de estas plantas. También se han descrito trastornos tras la ingesta de caracoles que se han alimentado con hojas de roldón.

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 Fuente: www.consumer.es  

ZANAHORIA

  ZANAHORIA • Nombre Científico: Daucus carota  • Descripción: La zanahoria silvestre, de la que proceden los diversos tipos cultivados, se ...