Como disfrutar de tu trabajo
- Cada tanto, puedes hacer un día de frutas o jugos de verduras y frutas para
desintoxicarte.
- Además de la asimilación de lo que comes, es muy importante la eliminación.
Remedia problemas de estreñimiento o diarrea.
- Reemplaza el azúcar blanco por azúcar negra o miel (no calentada) o algún
edulcorante natural, que son alimentos vivos. Existe una planta que tiene un alto
poder endulzante (e incluso es buena para la diabetes): la hierba dulce o Stevia
Rebaudiana Bertoni. Averigua en tu herboristería o dietética.
- Evita o restringe el alcohol, el tabaco, las frituras, los embutidos, el azúcar en
todas sus formas (está en prácticamente todos los alimentos: lee las etiquetas), los
chocolates, el café, el té y el mate en grandes cantidades, las grasas animales, las
bebidas gaseosas (especialmente las colas), las conservas y los alimentos
industrializados.
- Privilegia: sin azúcar, sin sal, sin grasa, sin colesterol, sin agregados químicos, sin
conservantes, sin cafeína, con menos calorías (lo que no quiere decir que las comas
desproporcionadamente: 10 galletitas de 20 calorías cada una es peor que 3 de 40).
- Para sazonar, emplea: sal marina (si tienes hipertensión, sal de bajo contenido de
sodio en poca cantidad), salsa de soja, miso, limón, hierbas aromáticas
(acostúmbrate a usar la enorme variedad que existen, las cuales, además de sabor,
tienen propiedades medicinales), ajo, cebollas, perejil, pimienta de cayena, jengibre
fresco o en polvo, algas, palta, aceites de primera presión en frío.
- Para la cocción de los alimentos, no uses utensilios de aluminio. Lo mejor es cocer
al vapor (si hierves, hazlo en poco agua y luego utilízala para preparar otras
comidas) y rehogado, estofado o al horno con un mínimo de aceite.
- Comer en un ambiente estresante hace que lo hagas en exceso o que te traiga
inconvenientes digestivos. Trata de tomarte el tiempo necesario y disfrutar de la
comida.
- Haz un pequeño ritual antes de comer (unos segundos en silencio bastan):
agradece los alimentos y a los que hicieron posible que los tengas en tu mesa y
(particularmente cuando tienes problemas de salud) indícales lo que pretendes de
ellos y dale permiso a tu cuerpo para sanarse. Haz esto también cuando tomas
remedios o recibes quimioterapia, radiación, energía, etc. Si lo puedes hacer en voz
alta, mejor. Te sorprenderán los resultados.
Fuente: Cómo disfrutar de tu trabajo
Autor: Laura Foletto
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