Guía de medicina natural –Carlos Kozel
LLANTÉN (Plantago)
Esta planta, que crece espontánea en toda clase de tierras,
se recolecta a mediados de verano, cuando la planta ha,alcanzado su plenitud.
Se deseca a la sombra y en sitio ventilado.
Como veremos, son muchas sus propiedades curativas, pero se
destaca sobre todo por ser astringente, -cicatrizante, antihemorrágica,
expectorante y purificadora de la sangre.
Se conocen y usan en medicina cinco especies de Ilantenes, a
saber: el Llantén común, mayor (Plantagornajor); el llantén menor, lanceoludo o
de hojos estrechas (Plantago laceolata); el Ilantén mediano o leriguu de
cordero lPlantago media); el llantén de ciervo o estrella de mur (Plantago
coronopus); y el llantén de perro, zaragatono, pulguera, etc. (Plantago
psylliurn). Las semillas de este Último sueltan un muc llaga, al ponerse en
maceracion, constituyendo un excelente laxante, indicado en la irritación de
las vías urinarias y en el estreñimiento crónico. Como laxante: una cucharada
sopera o más de semillas, en maceración acuosa durante la noche, a la que 5e
añade una cucharadita de semillas de anís para mejorar el sabor. En ayunas,
tomar íntegro y de una vez (agua, mucílago y semillas).
Para uso interno, se toma en infusión. Una cucharada por
taza; de dos a cuatro al día. Para enjuagues, cuatro o cinco cucharadas por
litro.
El llantén está indicado para combatir los catarros crónicos
de los bronquios; contra el asma bronquial en forma de jugo fresco, el cual es
también un excelente purificador en las impurezas de la piel; disenterías;
inflamaciones crónicas de los riñones; para enjuagues contra las afecciones de
la boca y las encías; contra la tos de los niños y coqueluche; debilidad de la
vejiga; ictericia; enfermedades del hígado; hemoptisis; hemorroides.
Las hojas frescas de llantén se aplican exteriormente sobre
ukeras y heridas.
Es efectivo también contra picaduras de abejas, mordeduras
de perros, víboras, magulladuras, etc. y es excelente contra la serpigina.
Del hecho de que esta planta crece en todas partes,
deducimos que Dios, el gran Creador del Cielo y de la Tierra, le ha dado una
gran importancia en la curación de los muchos trastornos y enfermedades que
acosan a la Humanidad. El gran Jardinero celestial ha puesto esta planta a
disposición de los hombres, en su celo por ayudar al hombre enfermo. Busca esta
planta y aplícala en cualquier dolencia o malestar, y con toda seguridad
obtendrás alivio, pues éste es el deseo de Dios.
Esta planta depura de manera maravillosa la sangre, el
estómago y los pulmones.
El jugo de las hojas de llantén machacadas constituyen un
excelente remedio para úlceras, tumores
y también para el cáncer.
Debe tomarse el jugo natural por la mañana en ayunas y por
la noche; en las enfermedades de la vista deben colocarse directamente sobre
los ojos las hojas machacadas.
Como casi todas las enfermedades son causadas por las
impurezas de la sangre, debilidad del estómago y de los pulmones, en una
palabra, por el organismo impuro en el que se han acumulado gran cantidad de
sustancias extrañas, es precisamente ésta la planta que todos los hombres sin
excepción necesitan hoy.
La acumulación de ácido Úrico y sustancias extrañas,
venenosas e impuras fatigan todo el organismo así como los nervios y el
espíritu. No ha de sorprender pues que la mayoría de la gente se sienta siempre
débil y cansada, a pesar de comer y beber mucho. Es preciso eliminar esa carga
de elementos extraños.
El llantén será un fiel auxiliar en este trabajo de limpieza
interior, y su acción se verá acrecentada si se emplea en unión de la ortiga y
el amargón. El llantén, no solamente limpia, sino que además fortifica y
colabora en la reposición de las sustancias gastadas. Por eso no debe faltar en
ningún hogar; y más aún si tenemos en cuenta que ayuda a los niños débiles,
niños que a pesar de comer mucho y comer alimentos aparentemente fortificantes,
no se desarrollan como es debido. ¡Cuánto dinero gastan a veces los padres en
aceite de hígado de bacalao y otros así llamados tónicos, sin alcanzar con ello
lo que pretenden! Ignoran que Dios deja crecer en sus propios jardines o campos
la planta que tanto necesitan para sus hijos y para ellos mismos.
¿Cómo puede realizarse una cura de llantén?
Puede realizarse de diversas maneras. Remitimos al amable
lector a las explicaciones que hemos dado sobre la preparación de la ortiga.
Una cura de llantén puede hacerse de la misma manera que la cura de ortigas.
Cómase a menudo el llantén preparado en ensalada, junto con
otras plantas silvestres. Ahora bien; para practicar una cura, lo mejor es
tomar el jugo verde y fresco en lugar de la tisana preparada de las hojas
secas. Este jugo se toma espaciadamente, de 2 a 5 cucharadas cada hora, pero
nunca junto con las comidas. La cura puede prolongarse indefinidamente.
Si sólo se dispone de llantén seco, se toman cada hora 7
cucharadas de tisana, o se toman cada día en ayunas 3 tacitas de esta tisana.
Es muy saludable el jarabe que describimos a continuación:
se cuece en una olla grande durante dos o tres horas y en bastante cantidad de
agua, llantén mezclado con ortiga y amargón (3 partes de llantén, 1 de ortiga y 1,5 de amargón); estas plantas
pueden ser verdes o secas, según la época del año. Las más apropiadas son las
verdes. Luego se cuelan, se tiran las plantas y se cuece el líquido obtenido
añadiéndole mucha miel de abejas. Esta nueva cocción debe durar tres o más
horas.
El líquido obtenido se guarda en botellas en el sótano o en
lugar fresco, para irlo tomando durante cierto tiempo, a razón de 2 cucharadas
cada hora.
Fuente: Guía de medicina natural –Carlos Kozel