Guía de medicina natural – Carlos Kozel
La manzana tiene especial indicación en los artríticos. Es
alcalinizante
y contrarresta el coeficiente acidógeno de los humores de
los individuos afectados de dicha discrasia. Las sales que porta la manzana
neutralizan los productos ácidos resultantes del metaboIismo de la albúmina.
La manzana es antiúrica y por sus sales potásicas facilita
la eliminaci6n del ácido úrico. En este sentido la cura de manzanas o el
consumo regular de las mismas reporta amplia utilidad. Leclerc afirma:
"Una raci6n de 100 gramos de manzanas consumidas en parte en el desayuno y
en parte en la cena, producirá apreciables efectos antiartríticos; recomendada
vuestros enfermos que las tomen sin pelar, pues es en la piel donde residen parte
de sus propiedades medicinales." Y agrega, coincidiendo en Chenais, que
considera que la piel de la manzana previamente desecada y tomando la decocción
de la misma, tiene un gran poder eliminador del ácido úrico.
La eficacia de la manzana en las diarreas se debe a varios
factores.
Las vitaminas, el ácido málico, los fermentos, el tanino y
la pectina que contiene esta fruta cooperan a ello. A este último cuerpo se le
asigna un papel muy importante. Se atribuyen dichos efectos a la riqueza de las
manzanas en tanino y al hecho de que la parte indigerible absorbe las
sustancias nocivas contenidas en el intestino.
La manzana purifica el organismo y desinfecta el medio. Cura
sin perjudicar jamás. No acontece lo mismo con los antidiarreicos que se
formulan. Además, constituye un agradable alimento.
Manzana. - Calificada como la "reina de las
frutas", la manzana tiene especial efecto curativo y reconstituyente. Por
su contenido en sales minerales, esta especialmente
indicada para cuantos realizan un trabajo intelectual. Es
igualmente eficaz en el tratamiento del reumatismo y trastornar digestivos.
Fuente: Guía de medicina natural – Carlos Kozel
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