2. Acerca de la temida obesidad
Obesidad es una palabra que hace referencia a uno de los problemas más comunes en nutrición y del que todavía se ignoran muchas cosas a pesar de que se calcula que la mitad de la población de los países industrializados la padece.
Entendemos por obesidad un peso corporal que sobrepase el peso normal en
un 20% o más, lo que supone una auténtica sobrecarga para el organismo y por tanto tiene como consecuencia la aparición de otras patologías.
La persona engorda porque está ingiriendo más energía en forma de alimentos de la que necesita y por lo tanto toda la que no quema queda almacenada y poco a poco va aumentado su peso.
Hay diferentes causas que inciden en que esto pase y pueden ser: endocrinas,
hormonales, psíquicas... Pero lo cierto es que una gran parte de los obesos lo son
porque comen en exceso. Muchas personas dirán "pero si como muy poco" y tal vez sea cierto, pero antes de llegar a la obesidad si han comido y mucho.
Aquellos pocos cuyo peso permanece inamovible durante años queman cualquier
exceso que hayan comido, mientras que la mayoría guarda en forma de grasa el
alimento que ingiere de más y de esta manera se empieza con un ligero sobrepeso y si no se pone remedio a tiempo se llega a la obesidad
Siempre y cuando no haya causa endocrina, el tratamiento de la obesidad consiste
principalmente en seguir una dieta adecuada y en un cambio consciente de los
hábitos alimentarios y de vida, y eso es lo más importante. Tomar conciencia de que
mantenerse en un peso equilibrado no solo es una cuestión de buena imagen sino
de buena salud.
Hay que huir de las dietas milagrosas o de un único alimento, eso es engañarse y empujar al organismo a un efecto "yo-yo" sumamente perjudicial. Esto quiere decir obligarle a perder rápidamente unos quilos que va a recuperar más rápido todavía, lo que a la larga forma una espiral de la que es muy difícil salir y todavía más, salir sin secuelas importantes para la salud.
Si hay que hacer una dieta estricta porque se está obeso, es el médico quien debe prescribirla, e igualmente es él quien debe recetar si lo cree conveniente algún tipo de pastilla. En esto como en todo hay que huir de la automedicación que puede resultar muy peligrosa para la salud.
Un cambio de hábitos alimentarios y una mejor calidad de vida son los
elementos primordiales para perder peso y mantenerlo, paciencia y
autodisciplina. Una cura de adelgazamiento suave y larga basada en alimentos
normales cocinados con poca materia grasa pero con mucha imaginación, se tolera mucho mejor y mas eficaz que una dieta radical.
Obesidad es una palabra que hace referencia a uno de los problemas más comunes en nutrición y del que todavía se ignoran muchas cosas a pesar de que se calcula que la mitad de la población de los países industrializados la padece.
Entendemos por obesidad un peso corporal que sobrepase el peso normal en
un 20% o más, lo que supone una auténtica sobrecarga para el organismo y por tanto tiene como consecuencia la aparición de otras patologías.
La persona engorda porque está ingiriendo más energía en forma de alimentos de la que necesita y por lo tanto toda la que no quema queda almacenada y poco a poco va aumentado su peso.
Hay diferentes causas que inciden en que esto pase y pueden ser: endocrinas,
hormonales, psíquicas... Pero lo cierto es que una gran parte de los obesos lo son
porque comen en exceso. Muchas personas dirán "pero si como muy poco" y tal vez sea cierto, pero antes de llegar a la obesidad si han comido y mucho.
Aquellos pocos cuyo peso permanece inamovible durante años queman cualquier
exceso que hayan comido, mientras que la mayoría guarda en forma de grasa el
alimento que ingiere de más y de esta manera se empieza con un ligero sobrepeso y si no se pone remedio a tiempo se llega a la obesidad
Siempre y cuando no haya causa endocrina, el tratamiento de la obesidad consiste
principalmente en seguir una dieta adecuada y en un cambio consciente de los
hábitos alimentarios y de vida, y eso es lo más importante. Tomar conciencia de que
mantenerse en un peso equilibrado no solo es una cuestión de buena imagen sino
de buena salud.
Hay que huir de las dietas milagrosas o de un único alimento, eso es engañarse y empujar al organismo a un efecto "yo-yo" sumamente perjudicial. Esto quiere decir obligarle a perder rápidamente unos quilos que va a recuperar más rápido todavía, lo que a la larga forma una espiral de la que es muy difícil salir y todavía más, salir sin secuelas importantes para la salud.
Si hay que hacer una dieta estricta porque se está obeso, es el médico quien debe prescribirla, e igualmente es él quien debe recetar si lo cree conveniente algún tipo de pastilla. En esto como en todo hay que huir de la automedicación que puede resultar muy peligrosa para la salud.
Un cambio de hábitos alimentarios y una mejor calidad de vida son los
elementos primordiales para perder peso y mantenerlo, paciencia y
autodisciplina. Una cura de adelgazamiento suave y larga basada en alimentos
normales cocinados con poca materia grasa pero con mucha imaginación, se tolera mucho mejor y mas eficaz que una dieta radical.
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