Guía de medicina natural – Carlos Kozel
Naranja
Esta fatiga psico-somitica obedece a una falta
de vitamina C en el
organismo.
Es oportuno recordar que las cápsulas
suprarrenales están situadas
encima y en contacto con cada riñón. Son
dichas cápsulas (las glándulas
del tono vital) las que infunden dinamismo al
organismo. Pero para la
elaboración de sus productos, que arrancan esa
nota vibrante al cuerpo,
necesitan vitamina C (acido ascórbico), que en
tan acusada proporción
se encuentra en la naranja. Sin la presencia
de una cierta cantidad de
vitamina C no se pueden formar las
córtico-esteronas (productos incretores
de las cápsulas suprarrenales). Tan estrechas
son las conexiones
funcionales entre la vitamina C y la
cortico-suprarfenal.
Se ha podido comprobar que la resistencia a la
fatiga disminuye
proporcionalmente al grado de carencia en
vitamina C. En una misma
persona se puede lograr una fácil fatiga
cuando la reacción diaria en
acido ascórbico (vitamina C) no rebasa la
cifra de 13 miligramos de éste,
manteniéndose en estado normal para el trabajo
y esfuerzo físico si la
cantidad administrada llega de los 30 a los 50
miligramos en las
24 horas.
Esto nos explica, por otra parte, que los
enfermos con insuficiencia
suprarrenal mejoren, administrándoles en cantidad
suficiente zumo
de naranja, por su reconocida riqueza en
vitamina C, ya que este elemento
es imprescindible para reparar su
insuficiencia.
En invierno se toman menos alimentos ricos en
vitamina C que en
verano. Las frutas y ensaladas son ricas en ella.
Esto hace que al llegar la
primavera estén las existencias orgánicas de
vitamina C agotadas, dando
lugar a este cuadro clínico de tipo depresivo.
La deducción práctica que se desprende de
estas observaciones,
desde el punto de vista que nos ocupa, es que
los sujetos asténicos
necesitan, para incrementar su actividad,
mucho zumo de naranja.
Hoy es admitido por todos que la acción
tonificante, dinamógena
de la vitamina C tiene lugar a través de un
aumento de la función de las
glándulas suprarrenales.
En resumen:
2. La vida dinámico actual exige (si se quiere
evitar un colapso de
las suprarrenales, que es tanto como decir un
derrumbamiento
de las energías) el tomar mucha vitamina C.
3. La fatiga primaveral, que no obedece a un
derroche de la vitalidad,
causas psicogéneas, se puede evitar mediante
el crin rumo
exuberante durante el invierno de la
mencionada vitamina.
4. La mejor manera de asimilar dicha vitamina
es tomarla en la
forma que la Naturaleza nos la
ofrece.
5. L a naranja es la fuente ideal de provisión
de la misma por las
razones que hemos dejado formuladas.
Podría escribirse un libro examinando con
detenimiento todas las
propiedades e indicaciones de la naranja.
Para terminar, atendiendo limitaciones de
espacio, diremos que el
dorado fruto, bien tomado en zumo o comida su
carnosidad, es indispensable,
por su riqueza en vitamina C, en el
crecimiento y en el escorbuto.
Posee amplia indicación en el estreñimiento,
perturbaciones gastro-
intestinales, alteraciones hepáticas; en el
artritismo, así como en los
estados febriles, nefritis y arteriosclerosis.
La naranja, pues, por sus excelentes
cualidades, debe ocupar un
puesto privilegiado en la alimentación
racional y en la dietetoterapia.
Fuente: Guía de medicina natural – Carlos Kozel
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