Guía de medicina natural – Carlos Kotzel
Cebolla
Al igual que el de limón, el zumo de cebolla mata los
microbios gracias a su gran poder desinfectante y curativo, por desgracia
poco conocido por la inmensa mayoría de la gente. Comer cebolla, sobre todo cruda, es pues un medio que protege al
hombre contra enfermedades infecciosas; lo mismo que el limón. Bajo este
aspecto, resulta lógico que las aplicaciones de cebollas machacadas son también
excelentes contra cualquier clase de mordeduras venenosas (de víboras de
arañas, etc.). Se debería considerar la cebolla como a su médico naturista de
cabecera, que les puede ayudar en muchísimos casos, pues no sólo protege contra
las enfermedades contagiosas sino que, además, combate otras muchas
especialmente si se aplica simultáneamente con el limón y el ajo, como
coadyuvantes.
El caldo de cebollas antes citado, da excelentes resultados
en muchas enfermedades. Disuelve y expulsa las sustancias extrañas,
fortificando y curando, tanto si se trata de dolencias internas como externas.
Procúrese mezclarlo siempre con un poco de zumo de limón y
de ajo, pues estos tres elementos
deberían estar siempre juntos. Esta triple combinación de cebolla, limón y ajo,
asegura siempre el mayor éxito en todos los tratamientos.
En las enfermedades de la infancia, tales como la
escarlatina, el sarampión y la viruela, el caldo de cebolla mezclado con zumo
de limón y de ajo, obra verdaderos milagros. Desde luego debe tomarse también
zumo de cebollas crudas, mezclado con un poco de zumo de limón, para que
sea bueno de tomar. Si, además, se le
agrega un poco de zumo de ajo, no se comete, ni mucho menos, ninguna torpeza.
Tomar continuamente jugo de cebollas, especialmente contra la temida difteria,
es de suma importancia, en combinación con los otros medios curativos. En este
caso debe tomarse el zumo crudo de cebollas alternándolo con zumo de limón, un
poco de zumo cada vez, con un intervalo de diez minutos de una toma a otra. Si
se dispone de zumo de ajo, puede hacerse intervenir éste también en la
rotación, alternándolo con el de cebolla y el de limón. Además, hay que aplicar
a la garganta cataplasmas de cebollas machacadas, combinados con cataplasmas de
barro.
Se ha comprobado que en los países donde se consumen muchas cebollas
crudas, como ocurre por ejemplo en los Balcanes, hay pocos enfermos de cáncer.
Esto ha conducido a efectuar investigaciones al respecto y
hoy día puede afirmarse que la cebolla cruda es un elemento profiláctico de primer
orden contra el cáncer. Sin embargo, para que la cebolla cruda actúe con toda
su eficacia (especialmente en la lucha contra el cáncer), hace falta que el
individuo lleve una vida natural y sana empleando, además de las cebollas, el
factor curativo "ejercicio" para prevenirse con éxito de este grave mal.
Es un hecho conocido que esos hombres sanos de los Balcanes (una de las regiones
del mundo donde se dan mis casos
de longevidad extremada) llevan una vida activa, sana y
natural, casi siempre al aire libre. Oxígeno y ejercicio son dos grandes
enemigos no declarados del cáncer.
En los Balcanes ocupa todavía hoy la cebolla el primer lugar
en la comida de las gentes. Allí se le reconoce su gran valor curativo,
nutritivo y fortificante.
Además de vitaminas y sales minerales de azufre, fósforo,
silicio, hierro, calcio, magnesio, sodio, etc., la cebolla contiene hormona
vegetal que obra como la insulina.
La cebolla contiene todos aquellos elementos que el cuerpo
humano necesita para su conservación y desarrollo, elementos necesarios al mismo
tiempo para la constante purificación de la sangre y para la expulsión de las
sustancias extrañas y morbosas acumuladas en el organismo.
Funciones de suma importancia en las cuales la cebolla actúa
Como un verdadero factor curativo. Las hemorragias nasales
pueden combatirse con éxito absorbiendo por la nariz algunas gotas de zumo de
cebolla mezclado con un poco de zumo de li m6n. Para combatir la tos puede
actuarse de acuerdo con los procedimientos que ofrecemos a continuación:
Procedimiento núm. 1: Se pelan tres o más cebollas grandes,
se cortan en pedazos y se pasan por la máquina exprimidora. Así se obtiene el
jugo. El que no posea esta máquina, que ralle las cebollas peladas sobre un
rallador fino poniendo un plato debajo para recoger el zumo, o puede obtener éste picando finamente las
cebollas, machacándolas y exprimiéndolas a través de un lienzo fino.
Se rallan además dos o más dientes de ajo, se vierte encima
el zumo de dos o tres limones y se deja esto por lo menos dos horas tapado; al
cabo de este tiempo se prepara el zumo de cebolla en la forma antes indicada y
se agrega, echándolo todo en un vaso y resolviéndolo bien.
Se toma una cucharada de este remedio cada hora, pero jamás
en las comidas, sino una hora antes o después de ellas. También, por la noche,
si uno se despierta, puede tomar una cucharada. Todas las bebidas y remedios
que se dejan por la noche en el dormitorio, deben taparse bien para evitar que
las sustancias extraídas del cuerpo que se espiran y exhalan se mezclen con la
bebida curativa.
Aconsejamos preparar sólo la cantidad de zumo de cebollas
que se necesite para un día.
Procedimiento núm. 2: Se procede de la misma manera que en
el procedimiento anterior, sólo que se añaden 3 , 5 o más cucharadas de miel de
abejas, líquida y pura. Para aumentar el efecto de esta preparación, se le
añade zumo de rábanos.
! El primer día se emplea el remedio del Procedimiento núm.
1, al segundo día, el Procedimiento núm.
2, luego otra vez el núm. 1 y así sucesivamente, alternando los dos
procedimientos. Si no se dispone de rábanos (el más apropiado es el rábano
negro de invierno), se prepara el remedio núm. 2, prescindiendo de ellos.
Cebolla. - Considerada como un alimento nutritivo y
curativo, la cebolla limpia, desinfecta, nutre, fortifica y cura. Especialmente
indicada contra trastornos cerebrales, caída del cabello, afecciones de la
piel, cáncer y riñones.
Fuente: Guía de medicina natural – Carlos Kotzel
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