Guía de medicina natural – Carlos Kozel
CEBOLLA
De la cebolla hay mucho que contar, y todo muy bueno. En
todas partes se conoce y se aprecia. Donde falta, parece faltar un medio
nutritivo y saludable, muy necesario para el organismo humano. Las Sagradas Escrituras
nos enseñan que los pueblos antiguos comían preferentemente
la cebolla como un medio nutritivo y curativo. Y tenían razón para hacerlo. La cebolla no
faltaba casi en ninguna comida y se consumía generalmente cruda. Por eso los
pueblos antiguos eran fuertes y estaban sanos. Su increíble poder de
resistencia y su fuerza para soportar duros trabajos y toda clase de fatigas
corporales se debla a esta sana alimentaci8n. Por eso la cebolla fue siempre muy apetecida por los
pueblos antiguos. La cebolla fue una de las causas por las cuales el
pueblo de Israel al ser expulsado de Egipto y atravesando el
desierto, se rebeló contra su caudillo Moisés y contra Dios, al no poder
obtener ese alimento, clamando: "Nos acordamos de las cebollas y de los
ajos que nos daban en Egipto".
Cuantos conocen el gran valor nutritivo de la cebolla, hacen
de esta su alimento predilecto.
La cebolla limpia, desinfecta, nutre, fortifica y cura.
Es especialmente curativa en el asma, los catarros, la tos,
la ronquera, las mucosidades, la supuración, las Úlceras, las hinchazones de
cualquier clase, las afecciones de la piel, las enfermedades de la garganta,
del cerebro, de los huesos, del estómago, del intestino y de los riñones.
El que desee en la juventud un desarrollo normal y fuerte
del organismo y de los huesos y una inteligencia bien desarrollada, que no
olvide tomar abundante cebolla en sus comidas.
La cebolla abre el apetito y regulariza el estómago. Es
excelente contra los dolores de vientre y astricción del estómago.
Las propiedades diuréticas de la cebolla la hacen aparecer
como un medio depurativo de primera categoría.
La cebolla da muy buen resultado en la hidropesía. Por eso
debería tomarse a menudo zumo de cebollas, pues es muy adecuado contra la
retención de la orina. Puede extraerse el zumo con una máquina exprimidora, con
un rallador fino, o picando y machacando las cebollas y exprimiéndolas luego a
través de un lienzo fino y limpio.
También pueden hervirse en un poco de agua cebollas cortadas
en rodajas y tomar el caldo de cebollas que se obtiene, agregándole bastante
miel. En lugar de la miel se puede emplear también azúcar natural (azúcar de
caña), pero no azúcar blanco refinado, que es perjudicial a
causa de sus agregados químicos. Siempre es preferible la
miel.
Este caldo tiene un efecto muy curativo en todas las
enfermedades pero especialmente en los resfriados, la ronquera, la tos, la
gripe, en toda clase de catarros, en los espu tos de sangre, en la pleuresia,
en las enfermedades de los riñones, en la tisis.
El zumo de una cebolla, mezclado con el de un limón y dos
cucharadas de miel, bebido caliente, es un excelente remedio contra la tos,
catarros, asma, bronquitis.
Las cebollas machacadas, preparadas en forma de cataplasma y
aplicadas sobre zonas inflamadas o doloridas, tiene especial efecto, sobre todo
en las inflamaciones del vientre.
Cebollas machacadas, sobre todo si se las mezcla con miel y
barro, aplicadas sobre los granos, los hacen madurar y extraen el pus.
Estas cataplasmas de cebolla son también muy indicados en casos de reumatismo y gota, así
como también en los dolores causados por caídas, golpes, magullamientos,
torceduras, aplastarnientos, etc.
Naturalmente, siempre unidos a otros tratamientos naturales.
El jugo de cebollas es muy eficaz en ulceras de cualquier
clase o en heridas abiertas y supurantes.
Pocas personas saben que las cebollas crudas (también
cocidas) y el jugo de cebollas, constituyen un excelente remedio contra el
estreñimiento.
Aunque no fuera más que por esta preciosa cualidad laxante,
todo el mundo debería consumir cebollas en abundancia.
El jugo de cebollas va bien también contra las lombrices,
especialmente si se toma mezclado con jugo de ajos.
Un remedio seguro contra cualquier clase de lombrices son
los enemas de cocimiento de cebollas y ajos.
Friccionando a menudo el cuero cabelludo con jugo de
cebollas, se combate la formación de caspa y la caída del cabello, favoreciendo
al propio tiempo su crecimiento.
Fuente: Guía de medicina natural – Carlos Kozel
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