Guía de medicina natural Carlos Kozel
UNA ADVERTENCIA NECESARIA
Comprender las leyes físicas que rigen el cuerpo y armonizar con
estas leyes las práctica de la vida, es un deber de esencial importancia.
Cuando aparece la enfermedad, es necesario que recurramos a los
distintos factores que la Naturaleza pone a nuestro alcance, para que de
esta manera podamos fortalecer el cuerpo y restaurar la salud.
La humanidad está enferma, abunda el dolor y se busca desesperadamente
alivio; pero, desgraciadamente, para aliviar el sufrimiento, las
leyes establecidas por Dios para regir la vida son transgredidas abiertamente;
el pecado se apodera del corazón y el hombre se olvida de que
depende de Dios, fuente de vida y de salud.
La última fase de la historia del mundo está por terminar. La
humanidad gime bajo el peso de las propias culpas y se debate en la
inútil búsqueda de remedios seguros.
La inmoralidad de ahora, la pobreza en que viven aun cientos de
millones de personas, la irreligiosidad que penetra en todo ambiente, el
auge del materialismo y el ansia por el futuro que se presenta cada vez
más desconcertante, son fenómenos muy alarmantes; son señales que
testimonian la madurez de los tiempos. Por eso no podemos permanecer
callados; muy al contrario mientras nos quede aliento debemos llamar la
atención de la humanidad sobre su equivocada conducta y advertirle al
respecto, para no hacernos cómplices con nuestro silencio de su desgracia,
y procurar que se dé cuenta de su situación y emprenda el
camino de la salvación.
Es lógico que los poderes de las tinieblas combatan con todas sus
fuerzas a aquellos hombres escogidos que se esfuerzan para mejorar la
salud de la humanidad mediante los medios naturales de curación que
Dios ha puesto generosamente a nuestra disposición. Aquellos malignos
poderes sólo desean la destrucción de todo y por eco luchan enconadamente
contra todos aquellos que pretenden sacrificarse para servir a la
pobre humanidad. A nadie debe extrañar que el hombre se entregue sin
temor a los terribles vicios del alcohol, tabaco, narcóticos, y que admita
sin objeción drogas venenosas, inyecciones y vacunas, mientras siente
aprensión, desconfianza y hasta temor hacia las frutas y plantas que
Dios puso a su disposición para conservarle sano o para devolverle la
salud perdida.
Es evidente que existe una abulia general, a pesar del confort de la
vida moderna. Existe tensión, un temor angustioso que atormenta la
mente de las gentes. La toxicomanía, que por desgracia cada día gana
mas adeptos, es una prueba real de la angustia reinante, pues, drogándose,
quieren fugarse de la realidad aunque sea por breves instantes.
También están de moda las supersticiones y hechicerías a las que
mucha gente se aferra intentando hallar en ellas nuevos caminos o falsas
emociones.
Algunas personas alientan la creencia de que las supersticiones han
desaparecido ante la civilización del siglo XX. Pero los hechas demuestran
que en nuestro tiempo también se practica la hechicería como en
los días de los magos de la antigüedad.
El espiritismo es uno de los sistemas empleados en la actualidad,
aunque por supuesto no es el único. Satanás halla acceso a miles de
mentes presentándose bajo el aspecto de misteriosas apariciones a fin de
apoderarse de la dirección de la mente.
Los magos de los tiempos paganos tienen su contrapunto en los
rnediums espiritistas, los clarividentes y los adivinos de hoy día.
Al igual que antaño, también actualmente llama la atención la
aparición de excéntricos personajes que, acentuando su figura con alternativos
atuendos, presumen ser poseedores de poderes misteriosos y
hasta predicen profecías que luego resultan ser falsas.
Ellos, fanáticos pecadores son los que arrastran a los débiles de
voluntad hacia tenebrosos abismos, de los que difícilmente podrán resurgir,
desviándolos así del verdadero camino de la salvación.
Fuente: Guía de medicina natural
Autor: Carlos Kozel
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