Medicina Natural al Alcance de Todos
MANUEL LEZAETA ACHARAN
INTRODUCCIÓN
LA SALUD
POR DISTINTO CAMINO
Los más grandes sucesos, las más grandes ideas (las más
grandes ideas son los más grandes sucesos), se comprenden muy tarde; las
generaciones contemporáneas no los viven, aunque viven cerca.
Acontece en la vida como en el reino de los astros: la luz
de las estrellas más lejanas llega tarde a nosotros y, entretanto, el hombre
niega que tales estrellas existan.
¿Cuántos siglos necesita un espíritu para ser comprendido?
El verdadero título de este libro debería ser “la salud al
alcance de todos” pero como solemos despreocuparnos del cuidado de ese tesoro y
sólo lo apreciamos cuando lo hemos perdido, buscamos afanosamente las medicinas
que alejarán nuestras dolencias, he adoptado el título que lleva, a fin de
poner en conocimiento de sanos y enfermos los medios adecuados que nos ofrece
la Naturaleza con el aire, la luz, la tierra, el sol y los vegetales para
mantener y recuperar la salud, sin necesidad de intervenciones extrañas y aún
menos de productos artificiales elaborados por el hombre en sus laboratorios o
mediante la acción de la cirugía, la electricidad o los rayos de cualquier
tipo.
La medicina, cualquiera que sea su nombre, siempre actúa
sobre dos fundamentos convencionales: la Patología, que es el estudio de las
enfermedades, y la Terapéutica, que enseña los procedimientos para combatir
dichas enfermedades.
La profesión médica basada en estos fundamentos está condena
al fracaso por que actúa sobre la “enfermedad”, la cual es entendida como una
alteración mayor o menor de la salud con manifestaciones diversas. Se dirige,
pues, hacia un fenómeno negativo, mientras que las enseñanzas de esta obra
tienen como materia de trabajo la salud, considerada como normalidad funcional
del organismo, es decir, un fenómeno positivo. El único remedio capaz de alejar
todas las dolencias consiste en cultivar la salud, y eso es lo que vamos a
enseñar al lector.
“No hay enfermedades, sólo enfermos”, estableció Hipócrates.
De aquí que se debe enseñar al enfermo a que se restablezca y conserve su salud
integral y no a combatir su dolencia, la cual no es más que el efecto de su
falta de salud. Como dijimos, toda enfermedad es de la misma naturaleza: alteración
de la salud en mayor o en menor grado. Sólo se muere por falta de salud.
Como se verá más adelante, llamamos enfermo a quien carece
de salud y enfermedad a la manifestación variable de esta anormalidad. La
medicina fracasa en su lucha contra las
“enfermedades” al igual que el boxeador es incapaz e
impotente para destruir su propia sombra porque los fenómenos negativos son
intangibles, inatacables e indestructibles. Al margen de lo que se considera
como científico, mi sistema se desentiende en absoluto de la Patología y de la
Terapéutica y se dirige sólo a la normalidad funcional, es decir, a la salud,
enseñando al sujeto a recuperarla o conservarla mediante el Equilibrio Térmico
de su cuerpo.
Para obtener ese equilibrio basta con el uso adecuado de los
agentes naturales de vida: aire, el agua, la luz, el sol, la tierra y la
alimentación conveniente a base de frutas y ensaladas crudas.
Dentro del concepto de mis enseñanzas, la única “enfermedad”
que existe se llama “ignorancia de la salud”, y el único “remedio” racional y
lógico es la constitución del individuo para que por sí mismo practique una
vida sana con buenas digestiones y una activa eliminación cutánea, que son
factores indispensables para conseguir la salud integral. De acuerdo con las
leyes de la
Naturaleza de la cual formamos parte, al igual que la
riqueza es el fruto de la actividad diaria del interesado, la salud también es
el resultado de nuestros actos de cada día. La salud no se obtiene en la
consulta con el médico ni se compra en el mostrador de la farmacia.
Las enseñanzas de este libro se refieren, pues, a consejos
de vida sana para que cada quien sepa escoger sus alimentos, activar su piel,
masticar y ensalivar lo que come, digerir, respirar, eliminar, dormir,
practicar ejercicios físicos adecuados y, en pocas palabras, mantener la
actividad normal de su propio cuerpo en las funciones de nutrición y
eliminación que constituyen la vida.
De aquí que el problema de la salud sea considerado
funcional y no microbiano. Así que en vez de “curar” prescribiendo “remedios”
para eliminar síntomas o manifestaciones de la falta de salud, mi sistema
procura el restablecimiento de ésta mediante un Régimen de vida dirigido a
obtener buena digestión, respiración normal y buena actividad funcional de la
piel. La buena digestión permite la formación de sangre pura en el cuerpo y
mediante una activa eliminación cutánea se expulsa lo malsano y perjudicial.
Dado que la digestión es la base de la salud y puesto que se trata de un
proceso de fermentación de los alimentos, debe realizarse a la temperatura de
37 grados centígrados. Es por esto que “no existe enfermo sin fiebre gastrointestinal”
como lo revela el iris de sus ojos y lo confirma, por lo general, su pulso.
Por su parte, la respiración de un adulto debe ser de 70
pulsaciones por minuto para que la ola sanguínea se movilice normalmente en los
pulmones. Esto sólo es posible a 37 grados centígrados tanto en la superficie
como en el interior del cuerpo.
Desde mi nuevo concepto de salud, queda establecido que la
normalidad funcional del organismo precisa una temperatura normal y uniforme
del cuerpo. La salud es, entonces, una cuestión “térmica” y no de medicamentos,
magnetismos, hierbas, sueros vacunas, inyecciones, cirugía, rayos X, radio,
electricidad, etcétera.
Mi sistema, pues, se desentiende de “diagnósticos” y
medicinas” y solo se dirige a la salud que, repetimos, es la normalidad
funcional del organismo que requiere del Equilibrio Térmico del
Cuerpo.
Mi Doctrina térmica saca el problema de la salud del campo
de la Patología y de la Terapéutica para colocarlo en el terreno de la
Temperatura.
Finalmente, el lector debe comprender que en este libro no
se le ofrece uno de tantos medios para “curar” enfermedades, sino un camino
distinto y seguro para disfrutar de la salud, al margen, de la medicina.
Fuente: Medicina Natural al Alcance de Todos
MANUEL LEZAETA ACHARAN
Proyecto
Digitalización:
- Instituto Estudios Salud Natural de Chile
- Eco-Granja-Hôma de Olmué Digitalizado en el
2005/2006 por: Pablo Moscoso A.
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